#72 La tiranía de las metas en el trading
Lidiar con los objetivos para con nuestro trading es más delicado de lo que parece. 10 ideas para liberarse del yugo de nuestros propósitos como operadores.
Como seres humanos que somos algunos traders —muchos otros son algoritmos— no podemos escapar de la naturaleza. La evolución nos ha hecho de forma que prioricemos el ahorro de energía y recursos. Ya sabes, por si tuvieras que sobrevivir a un duro invierno sin poder ir al Mercadona. El reduccionismo es quizá una de sus consecuencias modernas y filosóficas. Simplificar la elección de opciones para no tener que pensarlas demasiado. Y hoy en día, con semejante bombardeo de notificaciones push, seguido por la enfermedad del consumo rápido, la simplificación excesiva de lo complejo se ha cronificado. Es lo que nos lleva a las dicotomías excluyentes como ser de izquierdas o de derechas en política. U otras, que nos interesan más a los traders, como ser prósperos o fracasados. Un tercio de Internet y de cualquier librería está copado de contenido sobre cómo ser exitoso en algo. Otro, en cómo dejar de ser un fracasado en algo. El resto es para vídeos de gatitos. Quizá nos estamos tomando esto de la productividad demasiado en serio. Nos empujan a ello. Y en trading, como siempre, la trama se complica. Recordemos que se trata, si pretendemos vivir de esto, de una actividad de alto rendimiento, por lo que la eficiencia ejecutiva y emocional tienen un enorme peso en el resultado.
Y hablando de consumo impulsivo, lo más sencillo y, por desgracia, vendible, sería decir que sí, que cumplir con la productividad es la clave del éxito. También en el trading. Es importante tenerla en cuenta y buscarla, por supuesto, pero dejarlo ahí no sería apropiado ni honesto por mi parte. En lugar de caer en la receta fácil, tiremos de crítica para intentar llegar a una conclusión desde la negación de lo establecido. Como mandan los cánones de los inconformistas. Hablemos, pues, de por qué obsesionarnos con las metas en el trading es tan peligroso como pasar olímpicamente de instaurarlas. Ambos extremos son causantes de nefastas consecuencias con la guinda del estrés y la ansiedad. Y si no se les pone remedio, metastasearán en el más que probable abandono. Se antoja, pues, crucial, primero establecer objetivos desafiantes, pero realistas y, después, mantener una mentalidad no dual de éxito o fracaso. Aprendamos a no etiquetarnos solo por la distancia a las metas con nuestro desempeño, ya que la valía, como operadores y como personas, va más allá de los resultados cosechados. Veamos: