#69 Estrés y SGA en el trading
Cómo aprovechar el estrés para mejorar de forma continua y convertirnos en traders antifrágiles.
A nadie le gusta sentirse estresado. Es una sensación muy desagradable. El tiempo parece agotarse al doble de velocidad a la vez que la mente se aletarga. Una carga, una inquietud enquistada, un nudo en el estómago, el corazón saliéndose por la boca. Rigidez en el cuello, falta de apetito y otra noche sin dormir. Si bien el estrés es una respuesta biológica que nos prepara ante una amenaza, el quebradero de cabeza, el eterno problema de las personas, es que nuestra imaginación supera con creces la realidad. Las películas que nos montamos para las que no tenemos presupuesto. Así es como estimamos amenazas por todas partes. Quizá se trate de la peor enfermedad de nuestros días. Una epidemia de ansiedad capaz de debilitar el sistema inmunológico, y que el resto de patologías, infecciones y dolencias, campen a sus anchas. Cosas del mundo moderno. Y el trading, esta profesión que hemos elegido, es el caldo de cultivo perfecto. Por eso cuesta tanto domarlo y por eso está tan bien pagado. Y es que odiamos perder y difícilmente se acostumbra uno a los stops. Luego, el mercado, con sus constantes cambios de fase y ritmo, destroza las ilusiones de los que se creen los reyes del mambo. Y de los que no, también. Y todo ello dentro de la densa niebla de la incertidumbre que nunca se disipa... Se estresa uno solo de pensarlo.
El estrés se da cuando percibimos una amenaza. La clásica respuesta evolutiva de lucha o huida. Nos activa para hacer frente al peligro. Esa movilización retira el flujo de sangre de la corteza frontal del cerebro y lo redirige a otros puntos urgentes. Por un momento, quedamos desconectados del centro de planificación y razonamiento. Justo cuando más necesitamos de la lógica. Que la amenaza sea cierta o inventada es independiente. Resulta que se junta el hambre con las ganas de comer, pues los falsos positivos también son una adaptación. Y es que, evolutivamente hablando, para nuestro cerebro es preferible dicho supuesto que poner la supervivencia en entredicho. El sistema límbico tiene prioridad por encima de otras funciones mentales tales como el pensamiento razonado. Una serie de pérdidas contempladas en la estadística o la preocupación de «qué pensarán de mí» son ejemplos de falsos positivos, ya que no son un peligro para la supervivencia física. Nuestra vida no está en riesgo, pero la amenaza se siente como tal. De ahí que sea tan complicado entrenar el cerebro para regular las emociones que señala dicho peligro —imaginado—. Por lo que el miedo a la pérdida, a entrar al mercado, la ansiedad por proteger beneficios flotantes antes de tiempo, etc., son estresores autogenerados, que si se regulan de forma correcta, son señales útiles, pues indican el punto débil a mejorar. Pero que si sobrepasan cierto umbral, son dañinos para el desempeño en el trading y la propia salud del trader. Así, la propensión es a la alerta constante, incluso si, y por si acaso, luego el peligro no fuera tal. Y en la gran mayoría de los casos no suele serlo. Quiero decir, no hay riesgo de muerte detrás de cada cosa que nos estresa. De casi ninguna. Los peligros son otros. De una falsa sensación de desabastecimiento, quizá. Pero, sobre todo, de estatus, valía, merecimiento y autoexigencia. El trading ataca directo a esa línea de flotación, tambaleando nuestras fortalezas. Cada tick que el precio se mueve es un atraco a punta de navaja. La bolsa o la vida; pero la elección no es tal y el asaltante se lleva ambas. Aparece el miedo a la pérdida, segura dentro de la probabilidad. Donde la amenaza no es tanto la dineraria, que también, sino de mérito y dignidad. Y toda esa presión se convierte en angustia, ira, frustración y ansiedad, que solo hace que echar más leña al fuego. El círculo pernicioso del trading.
Por suerte, la biología tiene una solución para lidiar con el estrés. Es más, se trata de una armonización al más puro estilo de la antifragilidad de Taleb. Más o menos. Hablemos del Síndrome General de Adaptación (SGA) ante estímulos estresantes y cómo aplicado a lo que nos interesa, al trading, es una poderosa estrategia de mejora continua de nuestra operativa: