#65 La satisfacción no está garantizada
El sentimiento de satisfacción es capaz de medir qué tan seguro está el trader de haber dado con una solución precisa y eficiente en su trading.
A todo el mundo le gustan los vídeos conocidos como “satisfactorios”. No sé si a todo el mundo, aunque sospecho que sí dada su popularidad. Me refiero a los llamados satisfying videos. Se han apoderado de las redes sociales por su efecto relajante. Anestésico, diría. Como la morfina, son adictivos. De hecho, existe un nicho enorme en Reddit llamado Oddly Satisfying. También es uno de los hashtags de mayor crecimiento en Instagram. Son vídeos, de un raro modo, tranquilizantes y placenteros. Clips que retratan eventos repetitivos, perfectamente simétricos y con un resultado esperado, el cual suele llegar con un aura de calma. Animaciones de cosas que encajan, cadenas de montaje, con arena, cortes de objetos, imanes, dominós… Según recientes estudios, ver videos extrañamente satisfactorios provoca la liberación de sustancias químicas que provocan felicidad y positividad. El efecto se describe como una especie de hipnosis. Sirven incluso de antiestrés y para la inducción al sueño. Curioso, ¿no?
Ahora hablemos de lo que podría ser su antítesis. Pocas cosas más insatisfactorias que el trading. Mira si es puto, que incluso ganando quedamos descontentos. Que si entramos tarde, dejamos dinero en la mesa, se da un deslizamiento en contra que fastidia el B:R, etc. Los traders vivimos continuamente a caballo entre la disconformidad y la ira. Hablo, como de costumbre, de operadores en fases tempranas de desempeño. Los del culo pelado, en general, no están tan insatisfechos. Al menos con su trading.
Esta publicación es una reflexión sobre ese sentimiento que llamamos “satisfacción”, que nos es tan esquivo a los traders. Quiero hablarte sobre cómo buscar ese deleite en el mercado. De por qué, por desgracia, no podemos tenerla garantizada y de la motivación que hay detrás. No solo de percibir la operativa como satisfactoria, sino hacerla gratificante. Buscamos decisiones homogéneas, eficientes, desafiantes y precisas. Así que, querido principiante, busquemos esa satisfacción en cada operación.
Recibes un paquete, lo abres, sacas las burbujas del embalaje y las aprietas una a una, provocando un pequeño estallido. Muy satisfactorio. Un péndulo con un bote de pintura que deja caer un chorro al lienzo mientras oscila, creando figuras de curvas y elipses. Muy satisfactorio. Dibujos de patrones simétricos con un rastrillo sobre la arena de un jardín zen. Muy satisfactorio. Sitúas un nivel de giro, el volumen lo confirma, esperas el disparador y proyectas, según la geometría de la estructura, el profit. Entras y, justo entonces, el precio se dispara. En una sola vela, en segundos, alcanzas el target al tick. ¡Tremendamente satisfactorio!
Similar al caso anterior. Se alinean todos los astros y te posicionas en el mercado. El precio revolotea el stop, lo acaricia suavemente para, acto seguido, dispararse, sin ti, como un cohete, hacia la salida estimada. Muy insatisfactorio. O entras, el precio se mueve a favor y se acerca al objetivo. Casi está. Entonces, súbitamente, se precipita raudo hasta el stop loss. Un giro inesperado, muy, pero muy, insatisfactorio. Estás leyendo una excelente publicación de psicotrading, tal que esta, y el autor coloca de repente un “muro de pago” para seguir leyendo. Muy insatisfactorio, pero tiene un remedio muy sencillo y barato: