#64 El poder de la ira en el trading
Cómo utilizar esta emoción tan negativa para alcanzar nuestras metas en el mercado.
Mantén una actitud positiva y conseguirás todo lo que te propongas. Quita el foco de los resultados y disfruta de tu camino como especulador profesional. Es la única manera de lograr ser rentable. Cree en ti mismo y nada, ni el trading, te será imposible. Sueña muy fuerte con que lo conseguirás, y lo conseguirás. ¿Aún no? No estás pensándolo con la suficiente fuerza. Ponle más ganas; haz el favor. ¿Has cosechado un puñado de stop más? ¡Levanta ese ánimo! Hoy puede ser tu gran día en el mercado. Si otros han conseguido vivir de su operativa, tú también. 100 burpees a las 5 de la mañana y una ducha helada mientras comes aguacates... Tú puedes.
Los libros de autoayuda, las frases de azucarillo y las tazas de Mr. Wonderful han hecho mucho daño. Mucho dinero, también. Según predican, la felicidad es la única sensación que permitirá lograr nuestros objetivos. Se demonizan las emociones negativas, etiquetadas cual “malas” y perjudiciales. A esto se le conoce como positividad tóxica o, entre amigos, ver el mundo con gafas cristal color de rosa. Se hace evidente que, bajo dicha filosofía, la hostia de realidad será tal que lo mismo ni nos levantamos de la lona. Pero resulta que tras millones de años de evolución humana seguimos sintiéndonos enfadados ante los problemas. La tristeza y la ira asoman con facilidad en situaciones adversas. No puede ser una casualidad. Algo útil debe haber detrás. Si bien mantenernos firmes y convencidos ante la dificultad es un rasgo característico del triunfador, a través de la perseverancia en la positividad, se llega a ignorar la realidad. Del todo o en parte. Y, así, los problemas solo hacen que empeorar. La negatividad al menos no esconde sus intenciones. Va de cara. Es el ego gritando que algo falla. Si los resultados que obtenemos con nuestra operativa son una mierda, ¿por qué decorarlos con frases como “es una mala racha” y “puedo darle la vuelta a la situación”? ¿A quién queremos engañar? Pretendemos autoconvencernos, pero solo reducimos nuestra confiabilidad. Una total carencia de empatía ante un cutre desempeño. Cuando el positivismo es forzado, perdemos la oportunidad de conectar con nosotros de manera auténtica. Si entendemos esto, empezaremos a apreciar la importancia de no evitar las emociones en el trading. No podemos operar como robots, pero es que ni siquiera lo necesitamos. Si lo intentamos, o si forzamos el optimismo, nos estamos perdiendo información con potencial de ser reveladora.
De entrada, no parece que la ira vaya a tener un impacto positivo significativo en situaciones como el trading, que requieran de habilidades específicas. Pero muchos son los motivos por los que contemplar emociones, incluso las negativas, es una práctica beneficiosa para nuestra operativa. Y una de las más demonizadas, no del todo sin razón, es la ira. Pues resulta que incluso esa cólera, indignación y furia, pueden ayudarnos a superar nuestros retos de traders en continuo crecimiento.
Entiendo que te choque, pues dicha rabieta ante las pantallas suele ser el preámbulo de decisiones impulsivas. A la pérdida de disciplina, errores de cálculo —botonazos en las órdenes o posiciones incorrectas— y deseo de venganza asumiendo mayor riesgo. Traspasado el umbral de la ira, si perdemos los papeles en el mercado, estamos muertos. Págalos luego con el teclado si quieres, cual gamer sin ya el botón de escape, que la cuenta del broker se habrá esfumado igualmente. Luego, en frío, se ve con perspectiva, pero quizá sea tarde. Así que no solo nos encontramos con la importancia de equilibrar las emociones, como la ira, sino que puede convertirse en una aliada ante el precio. Veamos:
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