Un poco de mitología egipcia para mejorar tu trading
Si te deja llevar por la avaricia, el miedo y la euforia, tu alma será condenada.
Reconoce que te gustan las historias de la mitología de antiguas civilizaciones.
Ya que los mitos son narraciones para dar sentido —y viralizar— determinados fenómenos y creencias, quizá encontremos alguna valiosa metáfora que aporte a nuestro trading.
A ver qué te parece esta:
En la mitología egipcia, Anubis era el dios que tenía la tarea de guiar a las almas de los muertos en su viaje al más allá.
Era algo así como el portero de discoteca del inframundo. —Si eres del culto del Antiguo Egipto, disculpa la blasfemia—.
Su función principal era la de pesar el corazón del difunto, dentro de una vasija, en una balanza contra una pluma —de Maat—, que representaba la verdad y la justicia.
Si el corazón del fallecido era más pesado que la pluma, se creía que había sido un pecador en vida, y su alma era condenada a ser devorada por el monstruo Ammyt.
Si el corazón era más ligero que la pluma, se consideraba entonces que el muerto había llevado una vida justa y se le permitía continuar en su camino hacia el paraíso.
Y a pesar de que los traders no tenemos que enfrentarnos a un colérico dios con cabeza de perro, ni a un monstruo con otra de cocodrilo, resulta imprescindible encontrar el equilibrio en nuestra operativa.
Incluso, si lo piensas, es más original que la típica imagen de los profesionales representados por tiburones, ¿no?
El caso:
Tú, como trader, eres el difunto —suena mal, pero sígueme el juego—, pues todo está preparado para que pierdas. Y el precio es el dios egipcio.
El corazón, el alma, sería tu capital, el saldo en el broker, la materia prima del negocio, y lo que has de cuidar a toda costa.
De la virtud especulando depende si alcanzas la consistencia o quemas la cuenta en el inframundo.
Al igual que Anubis pesando el corazón, tú evalúas constantemente posibles oportunidades y los riesgos asociados. El mercado te da o te quita la razón de esas decisiones.
De hecho, la balanza en la que se coloca el corazón es el equilibrio entre el riesgo y la recompensa.
Por un lado, están tus expectativas de ganancias, que pueden llegar a ser desmedidas e irreales. Bajo esa guisa que tomas riesgos excesivos, promedias, estiras demasiado y/o violas el stop —out o trailing—.
Por otro, la serenidad y la disciplina de mantener la prudencia y la objetividad del trading plan, representada por la pluma de la verdad.
Si ejecutas tus operaciones bajo decisiones alineadas a tu trading plan, sin cruzar el umbral emocional, y mantienes un equilibrio adecuado entre el riesgo y la recompensa, tu «corazón» —desempeño y capital— volarán, ligeros como la pluma.
Ello te permitirá continuar prosperando en el paraíso del mercado, camino a la rentabilidad.
Sin embargo, si te deja llevar por la avaricia, el miedo y la euforia, tu «corazón» pesará más que la «pluma», es decir, serás un trader emocional, lo que acaba en pérdidas monetarias y de autoestima…
… Y tu alma será condenada a ser pasto de la «devoradora de los muertos», la deidad con cabeza de cocodrilo, dos patas de león y otras dos de hipopótamo.
Tú verás.
Así que si quieres profundizar más sobre estos temas de gestión emocional en el trading, cada sábado publico un amplio artículo al respecto:
PD:
En el próximo artículo premium, que lanzo el sábado que viene, hablo extensamente de nuestras metas en el trading y cómo nos esclavizan si seguimos la filosofía actual de productividad personal. Mira en el botón/enlace anterior.
David