Trader novatos nadando entre tiburones

Y los traders más expertos, expuestos a otro tipo de riesgos.

El mercado es como el vasto océano.

Y los traders son los buceadores, nadando entre tiburones y ballenas.

En búsqueda del tesoro hundido en el naufragio.

Los traders novatos están expuestos a las mortales dentelladas de los escualos.

Los rentables saben bien dónde y cuándo sumergirse.

También por cuánto tiempo.

Pero, verás, resulta que los más expertos están expuestos a otro tipo de riesgo.

Uno que puede llegar a ser muy peligroso:

Conforme dejas de respirar aire, el torrente sanguíneo acumula CO2. Es lo que produce la sensación de ahogamiento.

Pero los buceadores profesionales se adaptan a niveles relativamente elevados de CO2 en sangre.

Algunos submarinistas aprenden a tolerar tanto esa sensación que, un día… mueren (por intoxicación).

Están tan acostumbrados a los síntomas previos que apenas sienten nada.

Se encuentran buceando con tranquilidad y, de repente, la oscuridad.

Ese es uno de los motivos por los que se suele sumergir en grupo.

Se vigilan y se chequean los unos a los otros todo el tiempo.

La cuestión es que la costumbre y el alto nivel de adaptación hacen que se olviden del gran riesgo que corren.

Tolerancia por rutina.

La conexión de este fenómeno con el trading es obvia:

(Con el trading y para cualquier actividad de alto rendimiento).

Cuando consideres que ya dominas el entorno (el mercado), que vas sobrado, es cuando este puede matarte.

En cualquier momento.

Sin que te des cuenta hasta que ya es tarde.

La complacencia es tóxica en nuestro negocio del trading.

De ahí la importancia de no creerse nada especial aun habiendo saboreado el éxito.

La mayoría de traders es consciente de este hecho. Sin embargo, no considero que se atisbe la gran trascendencia que merece.

Se habla siempre del análisis, de la ejecución, de la gestión del riesgo, del equilibrio emocional… pero de la mejora continua, no existe mucho contenido.

Está ahí, pero relegada a un grado inferior de prioridad.

Y es un error.

Tanto el trader, neófito como el ganador, siempre, siempre deben seguir mejorando y evolucionando.

No queda otra, pues la alternativa es la muerte (económica) por intoxicación silenciosa.

Cual buzo con excesiva tolerancia a los síntomas de envenenamiento por CO2.

Así que aquí estoy yo. Para eso he venido.

Como cuando al victorioso general del Imperio romano, el esclavo a tal efecto le susurraba lo de «memento mori».

Para que espabiles.

De ahí que escriba sobre estos temas de gestión emocional en el trading.

Y cada sábado publico un amplio artículo al respecto.

Tienen el potencial de impulsar tu trading de una vez por todas:

PD:

En el próximo artículo, profundizo en las dos clases de motivaciones que nos hacer buscar la rentabilidad en el trading, y sobre el peligro de que una desplace a la otra. Clic en el botón/enlace anterior.

David