No sé si eres consciente.
Es muy probable que no.
Consciente de que tus “derechos” en el mercado no existen.
Solo son concesiones de parte de los dueños del cotarro.
“Derecho a ganar”, sobre todo.
No tienes (tenemos) capacidad para ganarse dicho “derecho”.
Y que, salvo que seas uno de ellos, un tiburón profesional, estás de prestado.
Ni siquiera son tu contrincante, pues el trading retail es insignificante para su negocio.
Aunque si te pones en medio, te arrollarán igualmente.
Es materialmente imposible hacerles frente.
Lo único que nos queda, y esa es la clave, es aprovechar los resquicios de sus reglas.
No tienes ningún derecho, pero tampoco la obligación de posicionarte.
Tu oportunidad está en esperar el momento preciso.
Un lujo que tenemos los minoristas y no ellos.
El único.
Pero muy pocos traders tienen esa capacidad.
El resto pueden llorar, quejarse, pueden odiar, envidiar…
Pueden estar en contra de estas palabras e imaginar un mundo de color de rosa, donde se hacen millonarios con una cuenta de $500 en un broker de CFDs.
En la enorme distancia entre los profesionales e institucionales y nosotros está nuestra pequeña ventaja…
Pero muy pocos son capaces de verla.
Los que no, acaban arruinados, amargados y con la valía por los suelos.
En artículo del próximo sábado hablo de ciertas estrategias subconscientes que los traders seguimos para proteger nuestra valía y que a la larga lastran nuestros resultados.
Si no sabes de qué hablo, seguramente estés cayendo en ellas:
David