Los planes en trading salen mal
No es que haya que ser pesimista, pero el mercado te acaba poniendo en tu lugar si las expectativas no son realistas.
Lo bueno de tener un plan de trading es que no necesitas pensar.
En general, a la gente le cuesta muchísimo pensar.
Pensar, cuando las variables que mueven el precio parecen tantas, cuesta.
Es normal.
Digo esto porque lo mejor que puede pasar como trader es tener un plan de trading cerrado.
Y lo también mejor es que ese plan se ejecute a rajatabla.
Ahora bien, intenta controlar las expectativas durante la fase de diseño.
O raro será que ese trading plan se cumpla.
No es que haya que ser pesimista, pero el mercado te acaba poniendo en tu lugar si las expectativas no son realistas.
Y, al ser un trader principiante, difícilmente pueden serlo.
Lo que crees que es más probable que suceda con el precio, como dice la teoría, rara vez sucede.
Si piensas que lo vas a reventar con un setup que funciona sobre el papel, seguramente te equivoques.
Por eso, si acabas de llegar a este negocio, es bueno tener un plan pero no tener expectativas elevadas.
Hacerlo así te desvincula emocionalmente.
Dejas de esperar algo que no sea apuntalar la operativa y perfilar dicho plan.
Inconscientemente lo sigues esperando, claro, pero si te convences de que solo estás “siguiendo el plan” te irá mejor.
Esa disociación emocional resta estrés operativo.
Te concentras en lo importante: en ejecutar cada vez mejor.
Pasado un tiempo, llegará el momento de decidir nuevos objetivos.
Quizá entonces puedas revisar esas expectativas.
Sin fliparte nunca.
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