Jimmy Greaves (1940-2021) fue un futbolista británico y un goleador legendario del Tottenham Hotspur de Londres.
Suya es una famosa reflexión sobre su cometido como delantero:
«Lo que tenía que hacer era llegar al área 500 veces por temporada. De esas 500 veces, 100 conectaba con el balón. Seguramente, el portero la pararía 50 veces. Pero de las otras 50, la mitad irían a parar al fondo de la red. Y 25 goles por temporada me bastaban. Yo solo tenía que asegurarme de llegar 500 veces al área».
Greaves era un tío listo.
Con esta forma de pensar redujo algo tan complicado como marcar 25 goles por temporada a un sistema de creación de oportunidades.
A una cuestión de números.
Los traders funcionamos de forma similar. O deberíamos.
Deberíamos percibir el trading como una actividad de números y oportunidades, basados en una ventaja y su adecuada gestión.
Buscando constantemente oportunidades acordes a la estrategia, pero interiorizando que no todas ellas serán profits.
No todas serán ganadoras. No pueden serlo.
Incluso que es posible que la mayoría serán perdedoras y, aún así, ganar el partido.
Aprendiendo a convivir con el fallo, con el objetivo a largo plazo de la rentabilidad consistente.
Minimizando las pérdidas y maximizando las ganancias.
Al final, todo se reduce, como bien sabía Greaves, a una cuestión de disponer de la mentalidad adecuada para ganar…
… También en el trading.
PD:
En el artículo del próximo sábado hablo del «efecto Médici» y de la importancia de exponerse a diferentes filosofías y métodos de análisis y explotación del mercado para, así, encontrar nuestro propio trading. Pondré en duda el mantra de la especialización en el trading. Dejásemos de tratar los diferentes estilos como sectas religiosas enfrentadas, ¿ok?
David