De truco en truco, de sistema en sistema, de secreto en secreto
Pero no hay atajos para el éxito.
Muchos traders tratan de hacer del trading un negocio consistente.
Pero muy pocos son realmente rentables. Ya conoces las estadísticas.
Muchas razones explican eso. No me voy a alargar aquí (en mis artículos me explayo más).
Hoy solo vengo a hablarte brevemente de una.
Posiblemente, la que más afecta:
La falta de estrategia.
La gente va saltando de truco en truco, de sistema en sistema, de secreto en secreto, de indicador en indicador… sin solución de continuidad.
Si bien hacer lo mismo una y otra vez, sin que funcione, y esperar un resultado diferente, es la definición de idiotez, andar cambiando al tuntún suele ser un error, pues el trading es un negocio mucho más complejo.
Y, claro, pasa lo que pasa.
Sistemas fracasados y traders frustrados.
Cuándo lo único que necesitan es un poco (bueno, un mucho) de estrategia.
Pero estrategia de la buena.
Una que hunda profundamente sus raíces en los principios inmutables que rigen el movimiento de cualquier precio: las necesidades y limitantes del profesional (su enorme peso es su principal limitación).
Ese tipo de estrategias ofrecen lo que los americanos llaman “edge”. Es decir, una ventaja sobre los demás participantes minoristas (ellos son tu contrincante, y no el profesional, que juega en otra liga).
Para ello, para montar la estrategia necesitas:
1- Identificar patrones medibles.
2- Observar el precio bajo dicho patrón y cuantificar la ventaja.
3- Perfeccionar la estrategia para tomar y deshacer posiciones, maximizando los resultados (gestión de la entrada, la posición y la salida).
Pero, claro, esto requiere de mucho más trabajo, tiempo (y dinero) del que parecía, por lo que el cerebro humano prefiere los atajos.
Buscas el secreto definitivo.
Cambiar de sistema, de mercado o de indicadores te hará comenzar de nuevo.
No hay atajos para el éxito.
P.D:
Si tienes esto claro y realmente estás comprometido con alcanzar un trading consistente, necesitas primero cultivar la mentalidad adecuada. Y la mejor manera de empezar a crear el conjunto ideal de creencias, actitudes y emociones que mejorarán radicalmente tu operativa es, sin duda, con este libro:
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