#50 Omnitrading
Trading integral, sin restricciones, sin importar demasiado la forma a la que llegas a tus lecturas y conclusiones.
La voz del latín omni significa «todo». Omnipotente: que todo lo puede. Omnipresente: que está en todas partes. Omnívoro: que come todo tipo de alimentos. Omnicanal: que abarca todos los canales… Hablemos hoy de este último. La omnicanalidad, en los negocios, es una estrategia donde confluyen todas las acciones y objetivos. De comunicación, marketing y/o ventas. Como el trading es eso: un negocio, y cuanto antes seas consciente de ello, mejor, me parece interesante apreciar el método omnicanal para potenciar el desempeño. O considerarlo como posibilidad, al menos. Dicha práctica es cuasiobligatoria en el ecosistema emprendedor. Ha pasado de ventaja competitiva a un must. No adoptarla deja al negocio de turno descolgado respecto a la competencia. Un ejemplo claro sería el del punto de venta físico que también disponga de comercio online y unifique los procesos de los dos canales. Si tuviera ambos medios, pero no unificados, sería multicanal, no omnicanal. No es lo mismo, aunque lo parezca y se confundan los términos. Desde aquí, podríamos especular que omnitrading —así lo voy a llamar— hace referencia al enfoque que busca abarcar todos los aspectos de tu trading. Unir diferentes técnicas, herramientas y sistemas, para lograr un desempeño integral. Claro que, mencionado así, podría generar confusión. Tu cuñado te ha dicho que «menos es más» y aunque, sin que sirva de precedente, tiene razón, no a todo el mundo le atañen las mismas pautas. Debatamos, pues, sobre otras posibilidades. En este caso, apoyándonos en estrategias empresariales de éxito. Y a ver qué sacamos en claro.
Omnitrading consiste en construir una «experiencia del usuario» óptima. Encajar las piezas de forma que realmente procuren adherencia. La idea es que cada parte «aporte valor» al todo. «Menos es más», sí, pero bajo este concepto nada sobra. No hay exceso de medios para ese único fin. Podrías cocinar tu sistema con múltiples ingredientes. Desde herramientas de análisis, hasta la diversificación de subyacentes —co/descorrelaciones—, pasando por el uso de diversos marcos temporales. Incluso diferentes estrategias de gestión de riesgo. Pero, ¿por qué tanto lío con lo sencillo que es usar un setup sistemático y punto? Si es tu pensamiento, nada en contra, por supuesto. Totalmente lícito y alineado con el consenso general. Pero ocurre que, a veces, y generalizando, todo sistema tiende a colapsar. Puede ser temporal, y no se suele tener la paciencia de esperar la regresión a la media —normalidad—. O algo definitivo. Y ya sólo la duda razonable planteada es suficiente para tumbar a la mayoría de iniciados. El posible motivo de que esto ocurra lo intentamos explicar en el artículo anterior sobre el efecto galope de Gish o «metralleta de falacias». Así, omnitrading es hacer trading integral, sin restricciones, sin importar demasiado la forma a la que llegas a tus lecturas y conclusiones. La transición fluida entre herramientas, sistemas y visiones, donde se mantenga la misma experiencia de trading y adherencia en cualquier momento.
Habrás oído ya esto de que el trading es un todo. Entonces, la discusión de si la psicología —psicotrading— es más o menos importante que el sistema, es de lo más absurdo. Son simbiontes. Coexisten. Son dependientes el uno del otro. No pueden vivir separados. Así que lo de que «es un todo» me parece de lo más acertado. Sistema, desempeño técnico y gestión de riesgo, unido con el pegamento del control emocional. Pero el omnitrading sería algo más. Un cambio de paradigma. Una propuesta que hace referencia a la unificación de procesos a fin de potenciar la narrativa. Ver el precio bajo una estrategia 360º.
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