Las modas lingüísticas, o la forma políticamente correcta de denominar a cagarse en el lenguaje, traen estas cosas. Llámalo evolución de la jerga, si quieres. El purista se rasgará las vestiduras. La mayoría de veces, con razón. El caso es que se suelen emplear, como si lo fueran, de forma indistinta, términos que no son lo mismo. Más de lo que ojos y oídos pueden soportar antes de empezar a sangrar. Que ardan en el fuego del infierno aquellos herejes de la retórica. Sólo caben excepciones cuando entran en juego los sutiles matices. El limbo gramatical, o algo así. Lo cual no quita, no obstante, que merezca la pena el esfuerzo en precisar. En purificar el discurso. Y es que al hacerlo, o intentarlo, surgen distinciones con potencial de aportar soluciones. No es la primera vez que hablamos de cuidar el diálogo al practicar trading. Tu historia como trader, mejor bien escrita.
En diferentes ámbitos, es corriente mezclar los términos eficacia y eficiencia. Se utilizan a quemarropa, indistintamente, en clarletas motivacionales y demás mierdas. En esferas de productividad, emprendimiento, economía, etc. Es un error recurrente. Quizá a muchos les baste con quedarse con la idea general. Pero, en nuestro negocio del trading, no es suficiente con arañar la superficie. Se requiere llegar lo más al fondo posible del asunto. Aunque quizá no te lo parezca, la matización entre ser un trader eficaz o uno eficiente es relevante. Mucho. La toma de decisiones que acarrea uno u otro concepto no es peccata minuta. Y se magnifica en el trader neófito. Como siempre, pues aún no han hecho callo.
No es solo cuestión de debatir sobre terminologías. La investigación relativa a la eficacia y la efectividad se ha descrito en ensayos pragmáticos. Por ejemplo, Archie Cochrane, famoso epidemiólogo clínico británico, lo relaciona con la evaluación de las intervenciones médicas. En dicho ámbito, la eficacia es la medida en que un cuidado hace más bien que mal al paciente. Pero un tratamiento tan sólo es efectivo si funciona en la vida real, en circunstancias no ideales. Análogamente, en trading también debes actuar cuando la probabilidad de profit es mayor que la de stop out. Es la manera de ser eficaz, que no significa incurrir en una operativa eficiente. No es lo mismo. La eficacia hace referencia a la capacidad de lograr los objetivos establecidos. Ser un trader eficaz significa alcanzar ciertas metas especulando con el precio. No importa tanto cómo lo logres o qué estrategia utilices. Siempre y cuando obtengas los resultados deseados, eres eficaz. Por ejemplo, si tu objetivo es obtener un rendimiento del 10% en un mes y lo consigues, puedes considerarte competente para con tal propósito. La eficiencia, por otro lado, es la capacidad de lograr dichos objetivos empleando los medios de manera óptima. Ser un trader eficiente implica aprovechar al máximo activos como el tiempo, el dinero y el esfuerzo ante el mercado. Encontrar formas de operar que sean rentables y, a la vez, que te permitan administrar tus recursos, limitados en comparación con el trader profesional. Si logras obtener el mismo rendimiento del 10% en un mes, pero usando bajo apalancamiento, escasas horas de pantalla o menos combinación de subyacentes, tradeas de manera eficaz. Servirse de la medida de riesgo R para expresar el resultado de una operación es otra forma de ejemplarizar la brecha entre eficacia y eficiencia. La unidad R, de riesgo, es la distancia desde el precio de entrada y el stop loss. La idea es retirar el foco de los beneficios cosechados en un trade y ponerlo en lo que el riesgo para obtener dicho rédito. Si consigues $1.000 arriesgando $200 (B/R = 1.000/200 = 5) eres mucho más eficiente, a igual ratio W/L, que si comprometes otros $1.000. (B/R = 1.000/1.000 = 1). Cinco veces más eficaz en el primer caso. Y es que los réditos en términos de R dicen más del trader, que los fuegos artificiales y el confeti con el que algunos presentan sus ganancias brutas.
Artículo patrocinado por Material Bitcoin.
¿Eres capaz de mantener tus bitcoin a salvo en tu wallet durante años? Mucha gente quiere comprar bitcoin pero no se atreve por lo complicado que puede parecer para alguien no-experto, no-friki. En Material Bitcoin ponemos bitcoin en un monedero físico sin complicaciones, con asistencia gratuita. Tendrás el monedero frío más seguro del mundo. Inmune a hackers, resistente a incendios, inundaciones y golpes. Fabricación aislada de la red bajo estrictas medidas de seguridad. Hecho en España y 100 años de garantía. La placa Material Bitcoin no necesita aplicaciones móviles, ni lleva circuitos electrónicos, ni batería, ni chips internos. No dependes de nadie para almacenar tus bitcoin de forma segura. Ya disponible la edición especial Material Shadown, que añade una capa extra de seguridad. Más información y compra en → Material Bitcoin.
ℹ️ ¿Quieres patrocinar una edición de Psico & Trading? Más de 1.300 traders suscritos y subiendo. Toda la información → aquí.
Como habrás observado, la principal diferencia subyace en el hecho de si tus recursos han sido debidamente utilizados. Eres eficaz cuando logras un objetivo, independientemente de si has aprovechado o malgastado tus limitantes. La capacidad económica es una de ellas, por supuesto. Sin dinero, tu principal materia prima, se te acabó el juego. Game over. De ahí la importancia de la gestión de riesgo. Otra es la disponibilidad horaria, en ocasiones restringida. No sólo por la franja en la que vivas, también por lo reducida que es la capacidad de atención plena. Más de un par de horas seguidas frente al precio ya me parece toda una proeza. O la etapa de desarrollo como trader. El techo es el que corresponda a la habilidad adquirida en cada momento. Lo mismo respecto a la mentalidad, que pone coto al desempeño. Por lo tanto, haces un trading eficiente cuando logras un determinado propósito mediante un adecuado uso de dichos escasos recursos.
A tener en cuenta, como pregunta lógica, es si es posible ser eficaz sin ser eficiente o viceversa. Ser eficaz no siempre implica ser eficiente. Tampoco al contrario. Puedes lograr tus objetivos, pero utilizar más recursos de los necesarios. Sería ineficiente y, en un alto grado, peligroso, pues probablemente implicaría incurrir en mayor riesgo. Riesgo económico y emocional. Pero, por otro lado, puedes llegar a ser muy eficiente en la gestión de tus recursos y no lograr tus metas de trading, lo que afectaría a tu eficacia. Lo que viene siendo sobreoptimizar. No caigas en esa trampa. Al menos el trader eficaz gana, aunque sea de vez en cuando y jugándosela. Se antoja fundamental, pues, encontrar un equilibrio entre ambos conceptos para alcanzar éxito a largo plazo. Veamos en qué puntos coinciden, y en qué otros difieren, para adoptar lo mejor de ambos mundos en aras del buen trading:
MÁS EFICAZ
Ser un trader más eficaz exige práctica, paciencia y dedicación. Un proceso continuo y sistemático de aprendizaje y mejora. Una mentalidad abierta de cara a encontrar aquello que resuene contigo. Sé constante en tus esfuerzos por escalar tus habilidades. Para ello, unas recomendaciones:
Cierra y sigue un plan de trading. Elabora una estrategia que detalle cuándo, dónde y cómo entrar y salir, la gestión del riesgo y los criterios de toma de decisiones. Y hazlo de una maldita vez. No sigas añadiendo cosas y divagando. Seguir el plan, lo cual es más fácil saberlo que hacerlo, te exonera en gran medida de decisiones impetuosas. Recuerda que es condición sine qua non, pues la impulsividad e indisciplina va contigo de serie.
Metas claras y realistas. Suena a perogrullada, pero, por otro lado, denota profesionalidad. Define objetivos específicos y medibles en tu trading. Propósitos a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, mantener una alineación del 90% con el sistema este mes, una rentabilidad del 20% en x meses o un ratio ganadoras-perdedoras del 60% en x operaciones. Hazlo, aunque te parezca absurdo. Te ayudará a prolongar el enfoque y a evaluar tu desempeño de manera objetiva.
Mantén un registro de tus operaciones. La anotación detallada de tus trades, incluyendo las razones detrás de cada uno, sirve para conocer el resultado de tu cuenta. Por cierto, el único dato sobre tu desempeño que nunca miente. Puede parecer tedioso e ineficiente, teniendo en cuenta que eso ya lo hace el broker. Pero, por un lado, tu propio informe es mucho más completo y enfocado según tus intereses. Y, por otro, es un hábito profesional que debes adquirir.
La gestión del riesgo es crucial a fin de hacer buen trading. Fin del asunto. Establece límites de pérdidas con tus órdenes de stop loss para el caso de que el mercado se mueva en tu contra, que lo hará asiduamente. No arriesgues más de lo que estés dispuesto a perder.
Control emocional. Esto también requiere de trabajo pre y postsesión. Asuntos profesionales. Se exige mantener a raya el miedo y la codicia. Un buen sistema y mucha disciplina apagan esos fuegos.
Control del tiempo. La atención plena y la toma de decisiones en real desgasta y tiene un límite. Traspasado cierto umbral, empiezas a divagar. Como decía tu madre en la época estudiantil, te distraes con una mosca que pase. Estableciendo horarios cerrados evitas eso en parte. Por otro lado, algunos subyacentes se comportan diferente en según qué franjas. Tenlo en cuenta a la hora de diseñar tu plan de trading.
Uso de la tecnología. Aprovecha los recursos disponibles para los traders. Hoy en día, por herramientas no será. Pero usa sólo aquellas que realmente te aporten alguna ventaja y comodidad.
El trading es un negocio. Empieza persiguiendo el punto de equilibrio, para acabar obteniendo beneficios recurrentes.
Mejora continua. Lo primero es “no tocar lo que funciona”. Le sigue la realización de pequeños ajustes, que no es lo mismo que añadir variables —indicadores— indiscriminadamente. De hecho, es todo lo contrario.
MÁS EFICIENTE
Ahora que ya sabes cómo ser más eficaz, toca otra vuelta de tuerca, la definitiva para impulsar tu desempeño: ser un profesional.
Mejora del trading plan. Si tienes tus estrategias bien definidas, considera la posibilidad de fortalecer sus puntos débiles y potenciar los fuertes. Para ello, precisas de los datos objetivos que vomita el registro de operaciones. Y más backtesting. Si pensabas que te habías librado, mal vamos.
Medir, medir, medir… y ajustar. Lo que no se mide, no se puede perfeccionar. Y una vez obtenidas las conclusiones oportunas, toca remangarse. Proponer mejoras. ¿Qué objetivos has cumplido? ¿Te quedaste corto o te pasaste de frenada? ¿Qué harás para completar lo inacabado? ¿Y para establecer nuevas metas, aún más ambiciosas?
Cuantificar el progreso. Necesitas unidades de medida, que consigues mediante los trabajos postsesión. Así podrás optimizar tus resultados y extraer las lecciones pertinentes. Te ayudará a identificar patrones de comportamiento, fortalezas y áreas de mejora en tu desempeño.
Mejor gestión de riesgo y de capital. Llegado el punto donde hayas avanzado lo suficiente para empezar a complicarte —un poco—, deberás optimizar cuestiones como cierres parciales o la ejecución del trailing stop, para amarrar ganancias flotantes sin precipitar la salida, incrementos de posición, etc. También puedes poner a prueba métodos diferentes al riesgo fijo, porcentual o bruto. Ya hablaremos sobre estrategias de riesgo variable como el “incremental”, “F de Kelly” o “fracción óptima”.
Respecto a la gestión emocional, has de montar una contraofensiva contra todas y cada una de tus actuaciones sesgadas. Poco a poco, una tras otra. Ordena por prioridad según daño económico. Centra el tiro. Aquel comportamiento que esté haciendo mella en tu cuenta del broker es el primero que has de solucionar. Una vez resuelto, a por el siguiente. Es la manera de mejorar el desempeño de dicho ámbito de forma sistemática.
El tiempo es oro. Una vez estés ejecutando un trading cómo en tus franjas horarias, busca el modo, según tus datos y experiencia, de reducir tanto el tiempo de exposición como el de pantalla. Gana vida.
Las plataformas modernas disponen de opciones avanzadas que pueden darle un plus a tu trading. Sobre todo respecto a la automatización de órdenes, estrategias y gestión de la posición: brackets automáticos, auto breakeven, auto trailing stop, etc.
Esto es una actividad... rentable. No lo olvides. Y, como tal, necesitas un plan de negocios: DAFO, análisis del mercado, plan financiero, etc. Busca periódicamente la posibilidad de reducir tus gastos, comisiones, deslizamientos, etc., y de incrementar tus ingresos.
Mejora sistemática de habilidades y conocimientos. Sirve para ganar flexibilidad ante un mercado en constante cambio y evolución. Nunca dejes de aprender y probar cosas. Tu empresa también tiene departamento de I+D.
Si quieres —y quieres— ser un trader eficaz y eficiente, consistentemente rentable, tienes trabajo por delante. Qué esperabas. Bienvenido/a la actividad más competitiva del mundo.
Eres uno de los 1.330 traders con interés en este artículo de psicotrading. Gracias por leerme. Confío en que te ayude a mejorar tu operativa. Si valoras el trabajo que hay detrás y quieres apoyar el contenido, puedes suscribirte a la opción PREMIUM. Podrás, sólo así, acceder a los artículos ya publicados y, en adelante, recibirás los nuevos textos sin publicidad.
ℹ️ Más sobre mí y esta newsletter. Y más aún en el prólogo.