Hay cosas que no se olvidan. Pocas, pero con suficiente trascendencia como para ser memorables. Durante mis primeras etapas de aprendizaje en el trading, cayó en mis manos un concepto que, fuera de cierto marco contextual, no dice mucho. Eso que, si no se pone en valor, cae en saco roto. Suele ocurrir. También para entender y descifrar el mercado: contexto y sesgo. Sin esas referencias, es difícil. El caso es que dicha visión concentra más poder de lo que pareciese a simple vista. Típico de las ideas potentes. Perspectiva curiosa; esa es. Y es un enfoque muy útil en el trading. Para mucho más, lógicamente, pero toca centrar el tiro en lo nuestro. La curiosidad es aquello que te invita a explorar y descubrir. Sin expectación e interés, muchos de los avances humanos no se habrían dado. Ha sido y es motor de innovación y desarrollo tecnológico a lo largo de la historia. La búsqueda de respuestas. El deseo de comprender el mundo. Soñar con alcanzar nuevos horizontes. Sin duda, ha tenido un papel fundamental en la evolución.
La operativa temprana basada en una “perspectiva curiosa” significa dejar que pase lo que tenga que pasar. Ojo, es más fácil decirlo que hacerlo. Retirar el foco de los resultados económicos y ponerlo en los procesos emocionales. Actuar, lanzar las órdenes, con una mente cotilla. Y ver qué sucede. Para comprobar no sólo si se confirman o refutan teorías, sino, y sobre todo, observar cómo te afecta. Cómo te comportas. Cómo se siente esa posición abierta. ¿Duele? ¿Estás incómodo? Obviar la ansiedad por el rendimiento y empezar a “jugar”. En realidad, la tesis ya la habrías ratificado antes vía backtesting. No sabía si aclararlo, pues es de cajón, pero lo hago por si las moscas: siempre parapetado en una estricta gestión del riesgo. Objetivo: Imposibilidad de ruina. Una cosa no quita a la otra. Curiosidad y juego dentro de un plan, y de forma profesional. Como hacen los niños pequeños.
Al contrario de lo que piensas, los críos se toman el juego muy en serio. No se distraen de su objetivo. No se ponen excusas de mierda. No dependen de si les apetece o han padecido un mal día. Muy profesionales… ¿Tienes hijos pequeños? Si los tienes, y/o has tenido la oportunidad de observarlos con detenimiento, sabrás que están totalmente absortos en su mundo de fantasía. Eso sí que es entrar en estado de flow y lo demás son gilipolleces. Sin parangón. Ojalá nunca perder del todo esa capacidad.
Entre niños anda el juego. Era “entre pillos” —peliculón—, pero ya me entiendes. Nadie como los infantes para encarnar la curiosidad y el juego. Que aprenden y se expresan jugando no es nada nuevo. De hecho, habría que dejarlos en paz. Más. Pero ese es otro tema. Tú, como trader, puedes aprender mucho de ellos. Ese momento de imaginación y curiosidad no se limita a aportar bienestar y entretenimiento, sino que es capital en el crecimiento psicológico. Para traders en etapas tempranas de desarrollo, tiene efectos vinculados a la maduración de la operativa. Jugar y explorar el entorno, sea el mercado o tu propio ego, movido por la curiosidad, es de clara utilidad. Cómo es eso así y cuáles son los principales fundamentos a aprovechar, es lo que toca ver a continuación:
¿Leer el artículo completo? 👇