#43 Efectos especiales VII: Framing
La manera de percibir el trading depende mucho de cómo sea presentada la información.
Imagina por un momento que eres el facultativo jefe de la unidad encargada de tratar una grave enfermedad hipotética. 600 personas se han visto afectadas por dicha patología. Todas en riesgo de muerte. Tu responsabilidad es tratar de salvar a la mayor parte de ellas. Ante ti, un escenario con dos posibles soluciones: Por un lado, el tratamiento A salvaría 200 vidas. Por otro, existe la alternativa B, con una probabilidad del 33% de curar a las 600 personas y una probabilidad del 66% de que todas mueran. Ante tal disyuntiva, ¿cuál sería tu elección? La mayoría elegiría la opción A, pues la B presenta un riesgo demasiado alto, ¿verdad? Bien. Pasado un tiempo, se da otro brote de la misma enfermedad. De nuevo, con 600 pacientes. Pero esta vez cuentas con la terapia A, donde inevitablemente fallecerán 400 de los enfermos. O la posibilidad B, con un 33% de probabilidad de que no muera nadie y un 66% de que lo hagan todos. Ante tal dilema, la mayoría en tu lugar elegirá el tratamiento B, pues parece más probable curar a más pacientes con él. Si ya me has leído otras veces, me imagino que te estabas oliendo la trampa a kilómetros. Al analizar mbos contextos, notarás que sólo cambió la retórica a la hora de exponer el problema y las alternativas. El escenario, con sus variantes propuestas, son el mismo.
Otra situación del estilo. Supón que estás decidido a comprar la consola de moda junto a ese videojuego tan molón que acaban de lanzar. Cuesta 420 € y el juego 80 €. Tienes la opción de ir a una tienda, que la ofertan por 410 €, o desplazarte a otra, que vale 420 €, pero el juego está a 70 €. El problema es equivalente, porque el ahorro total es el mismo. Sin embargo, los resultados del laboratorio ponen de manifiesto que la tendencia mayor es elegir el segundo punto de venta, donde el descuento se aplica al producto de menor precio y que, por lo tanto, se aprecia más barato en términos relativos.
«Cualquier información definida como un frame, es la que proporciona al receptor elementos para comprender los mensajes que se incluyan dentro de ese frame» — Gregory Bateson.
Estos y otros ingeniosos experimentos fueron llevados a cabo por los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky en los años 70. Con la participación de voluntarios, demostraron que, en general, la toma de decisiones individuales no satisface las hipótesis de racionalidad presupuestas. La forma en que se enmarca un problema o una situación modifica algunos aspectos cognitivos y emocionales, lo que termina por influir en la conducta. A esto se le llama efecto framing o de encuadre —concepto acuñado por Kahneman y Tversky en 1979 en su Teoría de las Perspectivas—. También dependencia de enmarcado. Un fenómeno psicológico donde la presentación de la información afecta a la percepción. En muchos casos, las alternativas planteadas pueden formularse para que destaquen aquellos aspectos positivos o los negativos del mismo problema, según interés, lo que conlleva diferentes reacciones. En el artículo anterior traté las perspectivas en el trading. Este nuevo, hila muy bien con aquel, creo yo. Se ha demostrado que el marco —frame— utilizado tiene el potencial de influir en las actitudes, opiniones y comportamientos en una variedad de contextos, como la política, la publicidad, la economía y, por supuesto, en el campo de minas preferido de los sesgos: en el trading. En marketing, este efecto es bastante funcional, pues motiva a escoger opciones inconscientes en función de cómo se formulan las alternativas de ganancia o pérdida. Cabe destacar, no obstante, que si bien es un recurso explotable, el efecto framing no implica necesariamente una manipulación intencionada. Pero, claro, en el mercado, en este negocio, siempre sobrevuela la sombra de la sospecha.
Creo crucial que seas consciente de cómo el efecto framing podría influir en tu percepción y la consecuente toma de decisiones. Y seas siempre crítico a la hora de analizar la información que ante ti se presenta. Por lo tanto, el efecto framing y los sesgos asociados tendrán un impacto significativo en las fases tempranas de formación del trader novel. Un «enmarcado positivo» o «negativo» conducirá a resultados muy diferentes. Veamos algunos aspectos relevantes a considerar.
Antes de seguir, te presento a unos amigos que tienes que conocer:
La estructura del mercado ha cambiado y con ello las dinámicas. Ahora, la cola es la que mueve al perro. Llevado al trading quiero decir, que los derivados mueven el contado, en especial el mercado de opciones. Por eso todos los días enviamos nuestro análisis desde la perspectiva del mercado de opciones, indicando niveles y zonas de actividad. Suscríbete a la Deltaletter de SpreadGreg:
ℹ️ ¿Quieres patrocinar una edición de Psico & Trading? Más de 1.200 traders suscritos y subiendo. Toda la información → aquí.
ENMARCANDO TUS PROBABILIDADES
Dispones de un trading plan muy bien perfilado. El nuestro no deja de ser un trabajo complejo dadas las variables, técnicas y afectivas, que repercuten en el desempeño. Aun así, consciente de los riesgos, te dispones a operar y hacer de ello una forma de vida. Sabes que la recompensa merece la pena el esfuerzo. Estás decidido. En tu día a día, como trader, la estrategia guía tus pasos, lo cual debería simplificar el proceso. Entonces, entran en juego ciertos factores. Algunos podrían parecer nimiedades y otros no tanto. Otros son como escalar una pared vertical sin cuerda. El pensamiento probabilístico y la férrea disciplina son tus mejores armas. No hay opción sin estas. El autodiálogo es otra, y verás por qué: En el siguiente trade que tomes, tus posibilidades de que sea perdedor son de un 40% —me lo invento—. Eso dicen tus estadísticas vía back y forward-testing. Con tu tasa de acierto, ratio W/L y el B:R eres netamente rentable. Netamente pero virtualmente. De otra manera, serías un trader experimentado, pero no es el caso. Date tiempo. Al turrón: Vas a tomar el setup adecuado y cuentas con un 40% de pérdida potencial. Antes de acariciar el botón, te suda la palma de la mano. La vista se pierde en el horizonte por un segundo. Divagas. Un 40% es mucho. Quizá demasiado. 4 de cada 10; 40 de cada 100 traders. Acumulas varios stops que se ponen en cola de la racha perdedora —drawdown— y el siguiente, este que te hablo, podría ser otro más. Otra mancha en el guepardo, y seguiría siendo un guepardo. Lógico, pero no por ello menos duro. Empiezas a pensar en tu identidad. Mechas churras con merinas y un trabajo, el trading, con tu valía. Cómo vas a ser trader perdiendo tantas veces. Un 40% de posibilidades de coleccionar otro stop. De alejarte de la gloria. Esas dudas, ese miedo al dato, harán que pierdas la oportunidad. Eso en el mejor de los casos. En el peor, tirarás el carro por el pedregal. Decisiones impulsivas, cambios furtivos y otras conductas maladaptativas típicas.
Te toca tomar el siguiente trade y tienes un 60% de posibilidades de que salga en beneficios. Un 60% y un B:R ≥ 3:1 —sigo inventando—. Apuntalar toda tu confianza en dichos números tan interesantes. Un paso firme y constante es cuanto necesitas para mantenerlos. Más repetitivo y cansino que los comentaristas del PES. Nada más y nada menos. Ahora la cosa cambia. Esta perspectiva te gusta mucho más y, sin embargo, ya ves que no hay diferencia respecto al escenario anterior. Sólo es cuestión de tu aproximación. De tu autodiálogo. El enfoque en la probabilidad de la información enmarcada no cambia el resultado, únicamente tu percepción del reto. Estarás de acuerdo en que afrontarás el trading con mejor predisposición bajo el segundo panorama: 60% de probabilidad a favor, que respecto al primero: 40% de posibilidades de pérdida. Así pues, para influir en tu propio desempeño, es fundamental dar paso a aquella perspectiva positiva que te beneficie. Usa el tono adecuado para el contexto de tus resultados estadísticos. Matemáticamente no cambia nada, pero sí en cuanto al aspecto emocional. Lo necesitarás.
NO HAY ATAJOS MENTALES QUE VALGAN
Hasta la saciedad, y lo que queda, de comentar sobre atajos y estrategias mentales evolutivas y la penalización que sufres como trader. Sólo así acabará entrando en esa dura mollera. Poder agilizar la información y optimizar su procesamiento mediante reglas heurísticas, suena genial… hasta que te dedicas al trading. Tomar decisiones rápidas, que no siempre eficaces, es una ventaja. Mejora nuestra capacidad de procesamiento. El problema es cuando tu trading se ve zancadilleado justamente por tu marco mental. Los reconocerás fácilmente. Y recuerda que aplican tanto a los intentos de influencia por parte de terceros como de tu propio subconsciente —auto sabotaje—.
Encuadre de atributos: Cuando resaltas una característica positiva frente a una negativa, lo cual mejora tu percepción de contexto. Dentro de ellos, uno típico en los mercados consiste en subestimar el riesgo —encuadre de riesgo—. En otras palabras, hacer hincapié en lo que se puede ganar y no en lo que se puede perder. ¿Qué elegirías? ¿Un sistema de trading con una rentabilidad promedio del 20% y un drawdown del 5% u otro con el doble de rentabilidad un drawdown del 15%? A ti no te puedo engañar, pero la mayoría sí son embaucados. El supuesto opuesto, e igualmente con potencial de ser tramposo, es el comentado antes sobre temer más la probabilidad de pérdida que el potencial de ganancia, aun cuando el primero sea inferior al segundo —ver ejemplo del setup con un %W/L de 60-40—. Qué eliges, ¿un sistema con una mayoría de operaciones ganadoras u otro con un 49% de operaciones perdedoras? El primero, ¿no?
Marco de objetivos, que se utiliza para aprovecharse el sesgo de aversión a la pérdida. Por ejemplo: «si no tomas esta oportunidad ahora, te arriesgas a perder grandes ganancias». Similar a «no dejes pasar esta oferta irrepetible». El objetivo de este encuadre es crear un sentido de urgencia y el temor a perder una oportunidad única, lo que podría motivarte a actuar impulsivamente y al margen del trading plan.
Ambos frames, atributos y objetivos, inevitablemente conllevan sesgos. Los más habituales, a trabajar si los detecta, son: la aversión a las pérdidas, que te lleva a otorgar más peso emocional a las pérdidas que a las ganancias. Una stop loss se siente del orden del doble de doloroso que respecto a la alegría de un profit. Ocurre porque las pérdidas se encuadran como fracasos personales y derivan en el famoso miedo a perder, con sus correspondientes decisiones impulsivas: alejar stops, toma de ganancias flotantes precipitada, etc. El encuadre de la información inicial influye en el sesgo de anclaje, normalmente respecto a una expectativa de rendimiento específica. Huelga decir que el trader novato priorizará el dato positivo y, sobre él, girarán sus acciones. Muy similar y relacionado con el famoso sesgo de confirmación. Se da más importancia a la información que respalda las creencias preexistentes, mientras se ignora o descarta los datos que las contradicen. Los traders en formación se ven influenciados al aferrarse a un enfoque o estrategia específica sin considerar otras opciones o perspectivas, pues están alineadas con sus creencias. Es la predisposición a examinar, expresar o recordar información que fortalezca nuestros pensamientos y comportamientos previos. Más adelante amplío algo más sobre este tema. El encuadre de la información incide en el acceso a ciertos datos o eventos. A su vez, influye en tus decisiones de trading. Por ejemplo, si los medios se centran en datos negativos sobre el mercado, te generan la inclinación a pensar que el precio es más bajista de lo que realmente es. A esto se le conoce como sesgo de anclaje que casa bien con otro marco típico: sesgo retrospectivo. En él se interpretan hechos pasados como predecibles ahora. Este fenómeno se produce porque las experiencias son más accesibles cognitivamente que los hechos no han sucedido. De aquí la cantidad de gráficos comparando la supuesta recesión actual con las anteriores burbujas y crashes. Por último, y también relacionado, para variar, te presento el sesgo de falso consenso. Es el modo en que valoras tus opiniones e ideas para que encajen en una mayoría social representativa. Este fallo lógico hace considerar que el comportamiento está más generalizado de lo que realmente está. Vigila si el pensamiento expuesto de lo que mayormente ves en los expertos —gurús— es el que tratas de encajar en tu narrativa para, así, autovalidarlo.
ENTRA EN EL NEGOCIO DEL TRADING PARA HACERTE RICO
La «realidad» en las redes y medios es transmitida a un público que desea confirmar sus creencias —sesgo de confirmación—. Deseoso de consumir información afín a sus preferencias e ideales. Además, la ilusión tradicional de que los medios de comunicación son objetivos e imparciales, es evidentemente falsa. El mensaje recibido no es real, pues se omiten, seleccionan y depuran datos. Así se consigue tanta carne fresca deseosa de entrar en el negocio del trading al percibir lo fácil que es ganar dinero. Se usa el efecto framing para generar sesgos de encuadre respecto a los beneficios, infraponderando los riesgos. El sesgo del superviviente, donde sólo se da relevancia a los traders e inversores exitosos, aunque sean lo menos, también es otra forma de encuadre. Los lodos de esos polvos son la atención seleccionada hacia noticias y datos que despiertan simpatía. Sólo a esos. Ese gurú, ese sistema, ese activo a punto de ser pumpeado, ese scam que promociona el influencer de pacotilla… De ese enmarcado de la «realidad» es difícil escapar. Se disfraza de normalidad y enturbia la verdadera difusión de valor. Es imposible eliminar del todo. Por ello cobra especial importancia tratar de contrastar, aunque te cause rechazo de primeras. Es la única manera de formarse una visión algo más fiel de qué es el trading y la inversión, y de qué hacer para alcanzar la consistencia rentable.
ESQUIVA LA BALA
Las emociones no son opcionales. No puedes, ni debes, dejarlas en la puerta antes de proceder a operar. Es una idiotez. Una pérdida de tiempo y de energía. Son información útil si aprendes a captar el mensaje, actuar en consecuencia y, sobre todo, no sobrepasar cierto umbral de activación. Dicho esto, reconocer las trampas mentales en las que sueles caer, te será de ayuda precisamente para evitarlas en lo posible. Como ya has visto, recablear el cerebro para reconocer el efecto framing es cuestión de reformular la situación. Cambiar la perspectiva y voltear el punto de vista positivo y negativo. Dejar un poco de espacio a la parte racional y que le dé tiempo a reaccionar. A vista de pájaro, como observador externo, las cosas se ven mejor. Asume cierta distancia psicológica —distanciamiento cognitivo—. Esa brecha te permite comprender cómo has accedido a una versión de la realidad según cómo te ha sido presentada la información sobre esa realidad. Para completar la susceptibilidad, aplica también una predisposición voluntaria y crítica a la manera que te llegan los datos. Es decir, no te fíes ni de tu padre. El efecto framing se debe, en gran parte, a la pereza mental. Invertir algo de tiempo y esfuerzo en analizar todos los factores, es suficiente para percatarse del fallo. O eso o picar de nuevo.
Eres uno de los 1.254 traders con interés en este artículo de psicotrading. Gracias por leerme. Confío en que te ayuden a mejorar tu operativa. Si valoras el trabajo que hay detrás y quieres apoyar el contenido, puedes suscribirte a la opción PREMIUM. Podrás, sólo así, acceder a los artículos ya publicados y, en adelante, recibirás los nuevos textos sin publicidad.
ℹ️ Más sobre mí y esta newsletter. Y más aún en el prólogo.