#41 Método Meisner
Cuando las verdades sobre un arte son lo suficientemente profundas, se convierte también en verdad para cualquier otro arte, como para el trading.
«Se pueden emplear métodos normalizados y libros de texto al enseñar derecho, medicina, arquitectura, química o casi cualquier otra profesión, pero no para el teatro. Porque, en la mayor parte de las disciplinas, cada profesional emplea las mismas herramientas y técnicas, mientras que el principal instrumento del actor es él mismo. Y, como no hay dos personas iguales, no hay una regla universal que pueda aplicarse a dos actores exactamente de la misma forma».
Si empiezo con este fragmento del prólogo del libro de Sanford Meisner (1905-1997), actor y aclamado profesor de interpretación estadounidense, es porque sólo cambiando dos palabras, teatro y actor, por trading y trader, tienes ante ti una magnífica exposición de lo que significa nuestro negocio. Del porqué creo que la única manera de labrarse un futuro en el mercado es golpeando tú mismo el terreno con la azada. Haciendo cayo. Nadie va a operar por ti y, si lo hiciese, fracasaría, porque tú eres único. Tampoco otro va a llevarte de la mano hasta el objetivo. El buen maestro te mostrará los problemas comunes y las bases. Quizá una filosofía concreta, la que se te adapte bien. Plantará la semilla, que no es poco. Pero te incitará a que las soluciones las busques tú, dentro de ti. Léelo de nuevo: «Se pueden emplear métodos normalizados y libros de texto al enseñar derecho, medicina, arquitectura, química o casi cualquier otra profesión, pero no para el trading. Porque, en la mayor parte de las disciplinas, cada profesional emplea las mismas herramientas y técnicas, mientras que el principal instrumento del trader es él mismo. Y, como no hay dos personas iguales, no hay una regla universal que pueda aplicarse a dos traders exactamente de la misma forma».
La principal herramienta del trader no es este o aquel sistema de interpretación del precio. Tampoco una plataforma o un brokerage concreto. Son temas importantes, por supuesto, pero no son la clave. Se trata del trader en sí mismo. Tú. Las decisiones y consecuentes acciones en el mercado dependen de tus habilidades, conocimientos y sentimientos. Pero, a diferencia de muchas otras profesiones, en el trading, todo está dispuesto para hacerte palmar pasta. Así funciona este circo. Es entonces cuando quien lleva los mandos se vuelve de capital importancia. Si lo hace el loco e impulsivo, y por defecto es lo que suele pasar, el juego acabará pronto. Si quien toma el control es el trader sereno, paciente, disciplinado y profesional, entonces las posibilidades de éxito aumentan considerablemente. No es sinónimo de gloria garantizada, pero es el único camino viable. Si quien interpreta el mercado y, lo dicho, más relevante, si el guionista del papel que te ha tocado, está emocionalmente conectado con el personaje y con la escena, todo fluirá.
Si resulta que, sin quererlo, Meisner conocía la clave del trading con semejante precisión, toca entonces diseccionar su método, la técnica Meisner de actuación, y extrapolar a la operativa profesional. Veamos cómo.
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