#34 Efectos especiales V: Zeigárnik
Así es que recuerdas muy bien eso que deberías estar haciendo con el desempeño de tu trading.
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Todo se remonta a principios del siglo XX. La psicóloga e investigadora soviética Bliuma Vúlfovna Zeigárnik, se encontraba trabajando en su tesis doctoral en la Universidad de Berlín. Su profesor y guía académico fue Kurt Tsadek Lewin, reconocido hoy como uno de los pioneros de la psicología social. A este último le llamó la atención algo curioso que habían observado en una cafetería. Parecía que el camarero recordaba mejor los pedidos de las mesas aún no servidos que respecto a aquellos ya cobrados. Es decir, la memoria del mesero retenía y priorizaba la información hacia los servicios no concluidos. Recordaba los largos pedidos sin anotarlos, pero, después de finalizar su cometido, los recuerdos de las comandas se esfumaban. Al regresar al café al poco, el barman no lo reconoció. No recordaba el servicio. Las cuestiones incompletas eran todo lo que importaba para realizar un trabajo magnífico. Una especie de optimización de espacio en pos de aprovechar recursos y desempeñarse con mayor efectividad. La cuestión llevó a Zeigárnik a ejecutar una serie de experimentos para descubrir los procesos subyacentes a este fenómeno (Psychological Research, 1927). En ellos, pidió a los participantes la realización de quehaceres simples, como resolver un rompecabezas o leer una lista de palabras. A un grupo se les permitió finalizarlos. En otro, los intervinientes fueron interrumpidos antes de terminar. Para concluir, se requirió a todos detalles sobre los encargos acabados o en danza. Los resultados mostraron que se recordaban mejor las tareas incompletas que las ya culminadas.
De aquello nace el efecto Zeigárnik, fenómeno psicológico que se refiere a la tendencia a recordar mejor las tareas incompletas. Cuando la tarea llega a término, la meta que persigue se cumple y nuestra mente ya no tiene una razón para retenerla. No sólo eso, el efecto sugiere que los estudiantes que interrumpen las tareas con actividades no relacionadas, como distracciones o juegos, después recuerdan mejor el temario que otros que lo trabajaran del tirón. Y es que una tarea iniciada genera una tensión que fuerza la cognición respecto al contenido relevante de la misma. Esta se alivia al completar la tarea, pero persiste si se suspende, y, así, se hace más memorable.
Aclarar que estudios posteriores habrían intentado replicar dichos resultados sin encontrar diferencias significativas entre los grupos (Van Bergen, 1968). Dejémoslo, por tanto, como una teoría. Pero ya que me es de interés todo lo que suene diferente a la cultura actual de la hiper-productividad absurda, veamos si hay algo de Zeigárnik que asimilar de cara al trading de éxito.
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