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En el capítulo anterior (visita la primera parte: Sobrecompensar los puntos débiles de tu trading) se trató la importancia de fortalecer el eslabón más débil de la cadena, el cual simboliza nuestro desempeño del trading. Solo elevando la tablilla del barril de Liebig que limita el nivel de agua, que es tu tope de rentabilidad, es como progresarás. El primer quehacer consiste en detectar el punto de rotura. Una vez localizado, la ocupación será el refuerzo de esa deficiencia que limita el rendimiento neto. Como con los aviones de la IIGM, es necesario poner el foco en los procesos realmente efectivos para evitar ser derribado con demasiada asiduidad. Para ello, debes analizar en detalle las familias técnicas y de gestión emocional que forman el “trading total”. Te recuerdo:
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